En el año 2005, Laura Esquivel publicó una novela llamada Malinche,
en la que ella resucitó y/o restauró a una mujer histórica que estaba cubierta
con un velo, la Malinche. En México, la Malinche era una mujer con dos
caras: por un lado, era la primera madre o la madre de mestizos, pero por
otro lado, una traidora. Por eso es símbolo del feminismo, de traición, de
la prostituta seductora a los españoles y de mediadora entre dos culturas
diferentes. En una palabra, la Malinche era la figura de la
traducción/traición, el paradigma de la traducción/traición.
Al pasar el tiempo, la Malinche se ha interpretado de diferentes
maneras. Deja de ser simplemente la traidora; más bien, se convierte en la
traicionada, la desterrada, y llegamos a comprender que más bien se trata
de la historia de una mujer que por sus circunstancias se vio forzada a
sobrevivir y que gracias a su inteligencia y su conocimiento del maya, el
náhuatl y el castellano, jugó un papel histórico fundamental como poseedora
del lenguaje y la comunicación.
Madre de una prole despreciada y abandonada por el padre español,
el varón ausente. Resumen de la traición y sumisión ante la violación del
conquistador, en lo que se ha pretendido como núcleo de la esencia femenina
hispanoamericana. Pero, también, la Malinche se ha dignificado como
salvadora de los pueblos indígenas oprimidos por el Imperio Azteca,
redentora de la nación por la realidad nueva del mestizaje.
Considerando las caractersticas de la novela en cuestión, en este trabajo
analizaremos: primero, las múltiples imágenes tanto negativas como
positivas de la Malinche, y su razón de existir; más adelante, los significados
interpretados por Laura Esquivel sobre Malinche en cuanto al mestizaje y
la identidad de América Latina; y por último, el proceso de creación literaria desde el punto de vista feminista de Laura Esquivel quien ha buscado la
forma de existir de las mujeres mexicanas.
En el año 2005, Laura Esquivel publicó una novela llamada Malinche,
en la que ella resucitó y/o restauró a una mujer histórica que estaba cubierta
con un velo, la Malinche. En México, la Malinche era una mujer con dos
caras: por un lado, era la primera madre o la madre de mestizos, pero por
otro lado, una traidora. Por eso es símbolo del feminismo, de traición, de
la prostituta seductora a los españoles y de mediadora entre dos culturas
diferentes. En una palabra, la Malinche era la figura de la
traducción/traición, el paradigma de la traducción/traición.
Al pasar el tiempo, la Malinche se ha interpretado de diferentes
maneras. Deja de ser simplemente la traidora; más bien, se convierte en la
traicionada, la desterrada, y llegamos a comprender que más bien se trata
de la historia de una mujer que por sus circunstancias se vio forzada a
sobrevivir y que gracias a su inteligencia y su conocimiento del maya, el
náhuatl y el castellano, jugó un papel histórico fundamental como poseedora
del lenguaje y la comunicación.
Madre de una prole despreciada y abandonada por el padre español,
el varón ausente. Resumen de la traición y sumisión ante la violación del
conquistador, en lo que se ha pretendido como núcleo de la esencia femenina
hispanoamericana. Pero, también, la Malinche se ha dignificado como
salvadora de los pueblos indígenas oprimidos por el Imperio Azteca,
redentora de la nación por la realidad nueva del mestizaje.
Considerando las caractersticas de la novela en cuestión, en este trabajo
analizaremos: primero, las múltiples imágenes tanto negativas como
positivas de la Malinche, y su razón de existir; más adelante, los significados
interpretados por Laura Esquivel sobre Malinche en cuanto al mestizaje y
la identidad de América Latina; y por último, el proceso de creación literaria desde el punto de vista feminista de Laura Esquivel quien ha buscado la
forma de existir de las mujeres mexicanas.